jueves, 1 de febrero de 2007

George Brassens - La mala reputación






George Brassens es un referente obligado para cualquier cantautor de la llamada trova, de cualquier país. Con letras que lidiaban con ironía las relaciones y los problemas sociales, que buscaban, al más puro estilo anarquista, luchar contra cualquier modelo de orden establecido, contra cualquier organo de poder, valga este corte de una canción "Al ver que los pobres gendarmes/ estaban a punto de sucumbir/ me alegré, pues los adoro/ en forma de fiambre". Esa mordiente ironía, contra la burguesía, contra el orden establecido, fue la que caracterizó la mayoría de las letras de Brassens. Georges Brassens puede ser considerado como uno de los grandes exponentes de la canción de autor europea. Brassens canta al amor, a los amigos y todo con una gran dosis de ironía. Su voz es suave y su música está cuidada, pues su principal misión es acompañar a la voz. Brassens ha sido traducido a multitud de idiomas. Al castellano lo han traducido entre otros Pierre Pascal, para Paco Ibáñez, Joaquín Carbonell, Javier Krahe, el chileno Eduardo Peralta, entre muchos.

La Mala Reputación

En mi pueblo sin pretensión
Tengo mala reputación,
Haga lo que haga es igual
Todo lo consideran mal,
Yo no pienso pues hacer ningún daño
Queriendo vivir fuera del rebaño;
No, a la gente no gusta que
Uno tenga su propia fe
No, a la gente no gusta que
Uno tenga su propia fe
Todos todos me miran mal
Salvo los ciegos es natural.

Cuando la fiesta nacional
Yo me quedo en la cama igual,
Que la música militar
Nunca me pudo levantar.
En el mundo pues no hay mayor pecado
Que el de no seguir al abanderado
Y a la gente no gusta que
Uno tenga su propia fe
Y a la gente no gusta que
Uno tenga su propia fe
Todos me muestran con el dedo
Salvo los mancos, quiero y no puedo.

Si en la calle corre un ladrón
Y a la zaga va un ricachón
Zancadilla doy al señor
Y he aplastado el perseguidor
Eso sí que sí que será una lata
Siempre tengo yo que meter la pata
Y a la gente no gusta que
Uno tenga su propia fe
Y a la gente no gusta que
Uno tenga su propia fe
Tras de mí todos a correr
Salvo los cojos, es de creer.

Ya sé con mucha precisión
Como acabará la función
No les falta más que el garrote
Pa' matarme como un coyote
A pesar de que no arme ningún lío
Con que no va a Roma el camino mío
Que a le gente no gusta que
Uno tenga su propia fe
Que a le gente no gusta que
Uno tenga su propia fe
Tras de mí todos a ladrar
Salvo los mudos es de pensar.


Aquí lo tenemos en un video interpretando la maravillosa L'orage (La Tormenta).



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1 comentario:

Anónimo dijo...

Resubilo por favor. Saludos.